En
A puerta cerrada se nos presentan tres personajes que, sin poder escapar del espacio que comparten, tratan de eludir las consecuencias ineludibles de sus actos. Cada uno, en su espiral autodestructiva, irá desnudándose delante de los otros para acabar descubriéndose como víctimas y a la vez verdugos de sí mismos.
La premisa de Sartre
“El hombre nace libre, responsable y sin excusas” es afrontada
por los tres protagonistas a través de un juego dialéctico brillante, inteligente y con pinceladas de un humor existencialista muy actual, que marca un ritmo endiablado en la mirada denunciadora del otro. Ya no se trata de escapar de su reclusión, sino de la compañía: la interacción entre los personajes enferma hasta el punto que la presencia de los demás pasa a ser mucho más irritante que el hecho de estar encerrados.
En
una sociedad donde todo el mundo se convierte en juez de todos, y donde a la vez supeditamos nuestros actos a la opinión de los que nos rodean, la impotencia se disfraza de sarcasmo y la culpabilidad de rabia, de manera que terminamos por cuestionarnos si ser libres y responsables es una virtud o un defecto.
“L’enfer, c’est les autres”,
dice el autor.
A puerta cerrada nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre esta máxima cuando no hay lugar para las excusas.
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Equipo artístico y técnico:
Autor
Jean-Paul Sartre
Adaptación
Esther Lázaro
Dirección y dramaturgia
Gastón Gilabert
Reparto
Marc Talló, David Segú, Karla Ramos, Esther Lázaro
Iluminación y sonido
Ricard Freixas
Escenografía
Therkas Teatre
Vestuario y caracterización
Alba Setó
Producción ejecutiva
Esther Lázaro
Producción
Therkas Teatre
(Espectáculo en catalán)